lunes, 4 de febrero de 2013

Reseña El lado bueno de las cosas

¡Excelsior!

El lado bueno de las cosas, cuando la fuerte, arraigada y extremista personalidad de los personajes se comen todo lo que les rodea. Gran trabajo de Cooper, Lawrence y De Niro bajo una dirección y visión muy humana de David O. Russell.





Director: David O. Russell.
Intérpretes: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Julia Stiles, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham.
Año: 2013.
Duración: 120 min.
Género: Drama, comedia romántica.

Sinopsis: Después de pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Patrick (Bradley Cooper) vuelve a casa, trastornado e intentando anteponer a su mal estado una felicidad que en principio no existe, intentando ser positivo para que la realidad no sea tan dura y difícil de digerir. Entablar una extraña relación con Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con mala reputación en su barrio y con serios problemas de pesimismo por haber enviudado recientemente, le ayudará a salir poco a poco del hoyo, además de ayudar a esta chica con su estrafalaria y exagerada positividad. El remedio: el baile...y ver siempre el lado bueno de las cosas.


Después de The fighter, David O. Russell nos trae El lado bueno de las cosas, una película mucho más personal y centrada aún más que la anterior en los serios problemas que tenemos con respecto a la vida, cómo nos organizamos mentalmente de la mejor manera para sentirnos bien con nosotros mismos aunque eso de lugar a deteriorar nuestro entorno físico y mental, cómo la percibimos, nos enfrentamos a ella y también nos enfrentamos a las personas que nos rodean. Digo más personal porque él también ha escrito el guión, y siempre es interesante que el mismo director escriba la historia, ya que es el que mejor sabe cómo darla a conocer al público.


A nivel técnico y fotográfico poco puedo decir. Es una película muy sencilla que no se centra en hacer cosas llamativas. De eso ya se encargan los actores con su magnífico y complejo trabajo y el propio guión original de David O. Russell, el cual hace un excelente trabajo de dirección. Un viaje personal que exprime el tema de cómo superar las adversidades a base de positividad, cerrándote a tu propia visión de todo sin dejar que nadie interfiera esa ''paz'', y eso que se parte de un punto difícil de superar: la infidelidad y la muerte de un ser querido. Aunque vuelvo a repetir que la fotografía es bastante sencilla, hace que esa sencillez sea muy cercana al público, sin cosas estrafalarias ni rollos raros. También tiene puntos interesantes, como acercamientos de cámara inesperados que quedan bien y planos muy bonitos ([POSIBLE SPOILER] Hay una parte en uno de los ensayos de baile en la que la cámara está tan cerca de Patrick y Tiffany que me puso los pelos de punta cuando él la subía poco a poco y la acercaba a su cara, haciéndome sentir lo mismo ya al final de la película en el concurso de baile. [FIN SPOILER]). La banda sonora original corre a cargo de Danny Elfman, que lo veo fuera de la línea burtoniana que lo caracteriza. Sí, no sólo ha compuesto para películas de Tim Burton, pero siempre había algo que te recuerda a él, y para nada lo que ha compuesto para El lado bueno de las cosas tiene ese toque (Walking Home me parece preciosa). El resto de la banda sonora es bastante ligera y desenfadada, muy acorde con la película, donde encontramos canciones desde Bob Dylan y Stevie Wonder hasta Ambrosia Parsley.

Nunca me he fijado en él, nunca he visto nada interesante que me llamase la atención de Bradley Cooper. Sí, me hizo gracia en Resacón en Las Vegas y me llenó el cuerpo de adrenalina y luces de colores en Sin límites, pero ha sido en El lado bueno de las cosas donde por fin he visto algo realmente interesante en él. No es ningún galán, ningún caballero moderno. Es simplemente un hombre con serios problemas de autocontrol y bipolaridad que quiere recuperar a su mujer, creyendo que su matrimonio, después de un accidente y sus continuos cambios de humor, sigue intacto. Patrick, con su energía positiva, intenta tapar el profundo mar azul turbio de su interior, y Cooper ha hecho un trabajo más que magnífico. Su personaje tiene tal nivel de movimiento emocional que te pone los pelos de punta cuando pasa de la felicidad al derrumbamiento en cuerpo y alma, la histeria y el nerviosismo. He disfrutado muchísimo de su interpretación y de lo que significa su personaje.


Desde 2008, Jennifer Lawrence nos demuestra película tras película que es la reina de la nueva generación de actores. Con tan sólo 20 años fue nominada a los Oscar por su trabajo en Winter's Bone, y con El lado bueno de las cosas está llenando su estantería con más de un premio. Critics' Choice Movie Award, SAG, Globo de Oro...Queda el BAFTA y el Oscar, y tras verla aquí, ni me importaría ni me sorprendería que por fin se hiciera con la última estatuilla. No sólo por la increíble química que hay entre ella y Cooper, haciendo un trabajo conjunto lleno de chispa, pasión y sentimentalismo del bueno, sino porque ella, por su cuenta, saca de manera natural y con mucho arte y don interpretativo un lado solitario, pesimista y excéntrico que caracteriza a su personaje, una joven que ha perdido a su marido, y su singular remedio de superar es llevarse a la cama a todos sus compañeros de trabajo, dando lugar a la pérdida de su empleo. Es uno de los personajes más profundos por la visión de la vida que tiene, pero que también tiene una luz guía que le ayuda a ver algo de claridad entre tanta oscuridad: el baile, aunque no es una gran bailarina, es su medicina.

Últimamente los personajes secundarios toman en muchas películas las riendas de la trama en cierto punto de esta. En El lado bueno de las cosas el que capitanea la acción es Robert De Niro interpretando al padre de Patrick. No es una persona normal. Es otro personaje con serios problemas, ya que padece TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), aunque él mismo en un principio no lo acepta. He leído gente que asegura que algo raro pasa con el actor, en el sentido de que no hace bien su trabajo. No estoy nada de acuerdo. A mi parecer se mete bastante en lo que significa tener este problema, y eso lo vemos en las escenas en las que vemos cómo pierde el control porque las cosas no van como él espera o las tiene visualizadas. Este tipo de personas suelen derrumbarse emocionalmente cuando todo el planning que se han organizado en su cabeza tiene aunque sea un fallo diminuto, y eso hace que el personaje de De Niro actúe igual e incluso desestabilice su entorno, haciendo que Patrick también se sulfure, desencadenando una situación totalmente abrumadora.

Como otros secundarios, no puedo olvidar a Chris Tucker, compañero de Patrick en la institución mental obsesionado con su pelo, que provocaba escenas bastante divertidas, además de dar fluidez y alegría; y tampoco puedo terminar la reseña sin mencionar a Jacki Weaver, la madre de Patrick que debe lidiar con una familia llena de problemas y que ha sufrido baches a lo largo de la película. Le da mucho sentimiento, ya que es un personaje resignado a intentar tranquilizar las situaciones más extremas, pero también es un personaje que sufre emocionalmente y del que nadie se da cuenta.



Con vuestro permiso, voy a dejaros un párrafo un poco personal relacionado con la película, porque nunca creí que me sentiría tan identificada con ella. Veo por ejemplo muchas cosas de mi en el personaje de Patrick. Por supuesto y como es de suponer, no me han metido en ningún manicomio ni nada de eso. Me refiero a la forma de ver las cosas. Patrick ha tenido un pasado difícil después de la embarazosa situación de encontrar a su mujer con otro hombre, y después de estar en la institución mental durante ocho meses, sigue con la loca idea de que su matrimonio está intacto, y que los sentimientos de ambos son fuertes y podrán superarlo. Pat tiene tanta fe en ver el lado de bueno de lo más negro que en su mente lo convierte en algo lleno de luz y esperanza. Yo también tuve una época difícil, de verlo todo mal, del revés. Era como Tiffany, teniendo siempre presente lo negativo, pero me aferré a ese pensamiento de mirar siempre hacia delante, porque al final del camino puedes encontrar la felicidad, y así me convertí en Patrick. Familia, amigos, fe...por supuesto que a todo eso puedes agarrarte, pero a nivel muy personal necesitas tener confianza en ti mismo. La positividad que desprende Patrick (aunque él, por su problema, desde un punto macabro y más adulto) es la misma que yo intento transmitir, emocionándome por todo, dándole hasta a lo más pequeño un lado bueno y sonriendo. Me vi totalmente reflejada en este personaje porque se expresa y hace cosas que yo suelo hacer, además de tener una ética y una forma de ver la vida muy similar a la mía, como ya he dicho. Lo que intento decir con todo esto es que la película es un buen ejemplo a seguir. No puedes obsesionarte con lo que va mal en tu vida. Tienes que poner toda tu mente y tu corazón en remediar lo que no va bien y darle la vuelta. Enseñarle al mundo que eres fuerte e intentas hacer lo posible por ser feliz es la mejor manera de salir al paso y vengarte de una manera sana de esos momentos crudos.


No lo olvides: Me he encariñado de la escena de Patrick recibiendo el iPod porque me hizo mucha gracia, ya que yo reacciono igual ante algunas cosas. Si Patrick no pregunta los detalles más embarazosos y turbios de un mal momento de alguien no se queda a gusto, cosa que daba lugar a escenas muy divertidas por su constante insistencia. Jennifer Lawrence se sale en un papel mentalmente pesimista y muy complicado y haciéndose valer como sólo ella sabe hacer. Los ensayos de baile y los cambios bruscos de situación emocional de lo mejor.
Olvídalo: De todas las críticas que he leído sobre la película, todo el mundo pone esto como una pega, como algo para olvidar. Sólo he leído una (la de Miguel Juan Payán en la revista Acción Cine) con la que estoy de acuerdo. Yo no soy todo el mundo, así que cambiaré el significado de este apartado. [POSIBLE SPOILER] Olvidaos de eso que dicen de que el final es fácil, conformista y dentro de lo que cabe esperar. Por supuesto que se espera, y bien merecido que se lo tiene la pareja protagonista. Esta historia no podría acabar mal, porque bastante hemos sufrido fases de bipolaridad a lo largo de la película, pasando de un momento cachondo o otro totalmente desastroso y con mucho carácter y energía negativa. Los personajes se ganan nuestro cariño, haciendo incluso que te identifiques con ellos de alguna forma, y el derecho de llegar a ese te quiero, y creo que es la mejor manera de acabar esta película. Lo bizarro y estrambótico habría sido que uno de ellos se quedara fuera de juego y en su oscuridad, y soy de esas malvadas que a veces prefieren finales así, pero no es el caso de El lado bueno de las cosas. Demasiadas emociones dispares me han transmitido los personajes como para no brindarles un final feliz. Y es que no me puedo ni imaginar no habérselo dado. [FIN SPOILER]

En conclusión: Una muy entretenida película didáctica que te enseña desde un punto cómico pero también muy emotivo y oscuro que mirar el lado bueno de las cosas te da la esperanza y confianza que necesitas para superar tus problemas. Es gratificante ver a Bradley Cooper lejos de ese estereotipo de galán que se había formado, metiéndose en un papel mucho más complejo y del que sale más que airoso. Jennifer Lawrence sigue demostrando por qué es una de las actrices que mejor futuro (y presente, ya puestos) tiene en el mundo del cine.

NOTA: 9/10

1 comentario:

Unknown dijo...

Me ha gustado tu critica, es una critica muy buena. Te felicito. A mi tambien me encanto la pelicula y mi critica no es tsn buena como la tuya ni de lejos