jueves, 1 de mayo de 2014

Reseña The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro

Esto te supera, Peter.

Muy entretenida y satisfactoria secuela. The Amazing Spider-Man 2 es madura, Marc Webb crece en dirección, y sus personajes toman forma y dan espectáculo y acción de principio a fin.




Director: Marc Webb.
Intérpretes: Andrew Garfield, Emma Stone, Jamie Foxx, Dane DeHaan, Paul Giamatti, Sally Field, Embeth Davidtz, Colm Feore, Denis Leary, Marton Csokas, Sarah Gadon, Chris Zylka, Chris Cooper, Mark Doherty, Stan Lee.
Año: 2014.
Duración: 142 min.
Género: Marvel Cómics, aventuras, ciencia-ficción.

Sinopsis: La vida de Peter Parker (Andrew Garfield) es muy complicada, compaginando su papel como Spider-Man y protegiendo la ciudad de Nueva York, y estando con su novia, Gwen (Emma Stone). No ha olvidado la promesa que le hizo al padre de Gwen de protegerla, la de mantenerse lejos de ella, pero es una promesa que simplemente no puede cumplir. Las cosas se complicarán con la aparición de un nuevo villano, Electro (Jamie Foxx) y la vuelta de un antiguo amigo, Harry Osborn (Dane DeHaan). Además, Peter no se ha olvidado de seguir indagando sobre la desaparición de sus padres.


¿Qué más puede pasarle a Spidey, después de los sucesos de su primera aventura? Pues al parecer, de todo. Terminado el instituto y recién celebrada su graduación, Peter Parker continúa saliendo con Gwen, a pesar de haberle prometido a su padre que se mantendría lejos de ella para protegerla. Además tiene que lidiar con su doble vida, la del superhéroe de Nueva York, Spider-Man, conocido y querido por todos. Pero cuando de repente un nuevo enemigo, Electro, acecha con destruir la ciudad, y un amigo de la infancia, Harry Osborn, vuelve para tomar las riendas de la compañía Oscorp, se creará un caos que pondrá a prueba a Peter.

Nunca pensé que iría al cine a ver una película de Marvel en estado de miedo y preocupación. Por desgracia no he leído  muchos cómics, no sé si esto es muy fiel o tal se lo han inventado, etc. Pero mi fanatismo por las películas comiqueras y mi posterior enamoramiento es crucial en mi existencia. The Amazing Spider-Man, a diferencia de otras personas, me encantó. Me pareció una buena forma de volver a llevar al trepamuros a la gran pantalla: buen director, magnífico reparto, una buena historia, llena de acción, amor y humor... Simplemente me encandiló. Y con los trailers de la segunda entrega, El poder de Electro, y los innumerables spoilers y material excesivo que se mostraba en ellos, pensaba que esta secuela iba a bajar el nivel de un reboot que había empezado con muy buen pie. Me equivoqué, y estoy tremendamente agradecida de estarlo. A grandes rasgos, la película me ha parecido espléndida en muchos sentidos; seré breve pero concisa.

Marc Webb mejora su concepción del superhéroe, madurando en dirección. Hay que decir que al realizador se le da maravillosamente mostrar las relaciones (a las que les da un toque algo indie que atrae muchísimo y gusta tanto), ser sensible a lo que está ocurriendo entre los personajes y darle lo que quiere al público. Las preocupaciones de Peter cada vez son mayores, y la protección de Gwen es una de sus principales prioridades. Partiendo de un guión excelente, Webb intenta hacernos ver que el tiempo pasa, y que Peter sabe que quizá debería hacer caso al padre de Gwen y seguir sus aventuras sin ella, por su bien. Así somos testigos de una complicada relación de amor donde ese tremendo cariño y lo difícil que es hacerle caso a tu cerebro cuando el corazón te impulsa a hacer otras cosas son los protagonistas. Todo esto es gracias a la tremenda y magnética química que hay entre Andrew Garfield y Emma Stone, pareja en la ficción y también en la vida real. Ambos ayudan a que la relación de Peter y Gwen sea lo más real posible; se respira un ambiente muy cargado de emociones en sus escenas.

Quizás se les va un poco la mano con las subtramas; tantos villanos... Nunca se le ha dado bien al cine de superhéroes incorporar en una película a tantos malos. Un ejemplo de ello fue The Dark Knight Rises, que aunque excelente, perdía el magnífico ritmo que empezó Batman Begins y que continuó The Dark Knight. Aquí pasa más o menos lo mismo, pero tras haber sido engañada por la publicidad, los trailers y las promos, en realidad el fallo no es la cantidad de villanos, sino la manera en la que los presentas, les das forma y le otorgas protagonismo en escena. Es más difícil hacer esto cuando tienes que estar pendiente de no sólo un malo, sino de dos o tres, pero creo que al final Marc Webb y su equipo ha sabido tomar las riendas en esta tarea. De Rino (un divertido Paul Giamatti) poco podemos decir, salvo que es la primero al que podían haberse ahorrado. Es interesante que se le presente ya, una preview de lo que podremos ver en la tercera entrega, cambiando así el esquema de presentación del villano correspondiente con su película, pero habría sido mejor reservárselo. De todas formas no puedo quejarme de que gracias a él comenzamos de forma trepidante y muy divertida la película.

A Electro (muy bien interpretado por Jamie Foxx) se le ha dado un origen más profundo y con sentido; a diferencia de que en el comic, Max Dillon se convierte en villano sin comerlo ni beberlo, de la noche a la mañana, porque se le apareció el Espíritu Santo y decidió embarcarse en la carrera de supervillano, en The Amazing Spider-Man 2 el personaje se presenta con una personalidad difícil y solitaria. Para todos, Max es un don nadie y un mindundi, encargado de hacer su trabajo y nada más, por lo que la capacidad de socializarse con los demás es muy limitada y resulta hasta siniestro. Max un día es salvado por Spider-Man, al cual a partir de ese momento adora y venera, pero sufre un accidente de trabajo, cargando su cuerpo de electricidad y convirtiéndose en un condensador de esta. Esto altera al mundo que le rodea y a él mismo, por lo que su personalidad cambia y se vuelve en contra de todo y de todos, incluido Spidey, al que ya no ve como a un héroe, sino como a un némesis. Gracias a esta nueva concepción del personaje y al trabajo de interpretación de Jamie Foxx, ideal como todo lo que hace, Electro consigue hacerse con su propia historia vital, pero a decir verdad en lo que es en general la película, se les va un poco de las manos este personaje. Salvo el comienzo, su nacimiento como villano y las increíbles escenas de Times Square y la batalla final, llenas de acción y unos efectos especiales espectaculares, Electro se queda en poca cosa, algo en su forma de ser, o en sus frases, no acaba de cuadrarme, pero cuenta con el beneplácito de una servidora por haber sabido darle forma y por haber proporcionado acción que echa muchas chispas.

Una de las sorpresas más gratas ha sido Harry Osborn. Aunque sabiendo con antelación que el encargado esta vez de darle vida era Dane DeHaan, la sorpresa, aunque terriblemente grata, no era tan grande. Porque estaba claro que este joven actor talentoso al que conocimos en la genial Chronicles iba a hacer un buen trabajo. Olvidando de una vez por todas el soso Harry de James Franco allá en las películas de Sam Raimi, DeHaan se encarga de darle vidilla al rico hijo de Norman Osborn. Cierto que es que se han tomado libertades con ambos para el desarrollo y futuro argumento de ambos, pero es lo que tiene el cine: no todo sale a gusto de todos. Harry vuelve a Nueva York para visitar a su padre y posteriormente hacerse cargo de la enorme compañía e industria que es Oscorp. Cosas de la vida hacen que Harry necesite de la ayuda de Spider-Man, pero Peter, intentando ser lógico y racional, debe negársela, por lo que Harry tomará represalias y se volverá rencoroso. Lo más interesante es que gracias al guión, a la historia creada entorno al personaje y sobre todo a DeHaan, Harry goza de más personalidad de lo que hubiésemos visto previamente con Sam Raimi; un tanto macarrilla (a veces en exceso en tema de vestuario, en incluso puede que el doblaje no ayude mucho en algunas escenas), la personalidad de Harry muta, y sus razones para convertirse al lado oscuro son tan buenas como las que viéramos en la trilogía Spider-Man. Sinceramente la historia del Harry de estas me gustó más, pero no puedo evitar sentirme atraída por lo que se ha hecho (y se hará) con el personaje, y estoy muy contenta de que Dane DeHaan sea el encargado de darnos el merecido espectáculo que llevamos tanto tiempo esperando de Harry Osborn.


Andrew Garfield se supera en esta segunda entrega. En The Amazing Spider-Man pudimos ver a un Peter Parker que se iniciaba en su trepidante aventura como superhéroe de Nueva York, pero que además tenía que intentar darle sentido a su vida como adolescente, creando una relación con Gwen, cuidar de sus tíos, llevar adelante los estudios e intentar responder la múltiples pregunta que giran entorno a la desaparición de sus padres. Aquí ahora podemos seguir explorando lo que es este complejo personaje, interpretado de manera tan maravillosa gracias Garfield, un actor que desde el principio he pensado que era el Peter Parker idóneo, la mejor elección que podrían haber hecho jamás para un reboot del superhéroe. Es un actor natural, que se deja llevar y que le sale todo solo, y esa naturalidad y frescura, sumada al buen sentido del humor gracia a un guión excelente y divertido, es lo que caracteriza a Peter. Su personalidad variará más en esta secuela, ya que los problemas que se le vienen encima son enormes; tendrá que decidir si dejar ir a Gwen para poder protegerla, ya que el recuerdo de su padre y la promesa que no llegó a cumplir le persiguen; su viejo amigo Harry estará pendiente de él y de Spider-Man, por lo que Peter tendrá más de un problema donde tendrá que cuestionar su buen juicio y moral. Andrew Garfield fascina, gusto y se hace querer en este papel. Es quien más emotivo es, por el torrente de sentimientos y emociones con las que tiene que lidiar a veces él solo. Y también es el protagonista de las escenas más divertidas; el sentido del humor de Peter tiene vida propia, por lo que hay salidas de tono y momentos hilarantes tremendamente divertidos. Sin duda, Garfield es nuestro trepamuros.

Todos amamos a Emma Stone. Es buena actriz, es guapa, es divertida... ¡y es Gwen Stacy! Muchos fans (me incluyo) quizá vea con mejores ojos o le caiga mejor Gwen que MJ por el hecho de que ella se enamoró de Peter Parker, y no de Spider-Man, y porque es el gran, primer y verdadero amor del trepamuros. La química que hay entre Stone y Garfield ayuda mucho a que esta relación, que aquí se volverá mucho más difícil y tendrá que pasar por duras etapas, se vea muy natural y de manera tan atractiva y realista en pantalla. Emma Stone es encantadora, y aquí podemos explorarla mucho más que en su predecesora. La relación entre Gwen y Peter pasará por varios momentos no muy buenos, debido a que al final Peter decidirá tener que alejarla de él para poder protegerla, por lo que Gwen tiene que aceptarlo, pero le dolerá mucho su decisión, y seguirá con su vida lo mejor que pueda. Emma Stone es un remolino rubio de grandes ojos azules que encantará y emocionará en esta película.

La película está realmente bien construido y todos sus elementos están muy bien colocados, formando un equilibrio perfecto. El guión es formidable, divertido y emocionante, la dirección soberbia, el sentido en el que todo se mueve están bien planteado y presentado, una concepción de lo que es la acción y la aventura adrenalítica y atractiva, desde principio a fin, sin parones (ya que cuando no hay acción o peleas nos encontramos con escenas o divertidas, o sentimentales, o que desarrollan la historia del personaje de forma inquietante y entretenida)... La banda sonora, de lo mejor; si pones a Hans Zimmer como compositor de la música de tu película, obtienes un resultado magnífico, pero además aquí se fusiona con otros compositores y creadores de música creando una banda sonora muy variada, muy movida, eléctrica e impactante. En vestuario, una de las cosas que más me han llamado la atención ha sido el traje de Spidey. Se recupera la estética original, conservando algo de ese toque retro del que gozaba el traje en la primera entrega, pero que se acerca a lo que es el traje de verdad de Spider-Man, y eso está muy bien. En general la estética de la película, el vestuario y la concepción de los personajes es asombrosa y atractiva. Hay partes en las que se ha tomado vestuario del comic original, y eso es plausible, un bonito detalle muy conmovedor. Creo que The Amazing Spider-Man 2 ha sido un logro para todos los implicados en todos los sentidos, y sobre todo para el futuro de la saga. Muy contenta estoy con ella.


No lo olvides: La película está en constante movimiento con buenas escenas de acción, desarrollo continuo y equilibrado y el humor característico del trepamuros; la química entre Garfield y Stone y lo bien que sabe filmar Webb las emociones y relaciones es uno de los puntos más fuertes; el detalle de nombrar a J.J. Jameson, personaje tan emblemático, me hizo sonreír de oreja a oreja; Andrew Garfield sigue fascinando y enamorando; el final es apoteósicamente movido y conmovedor.
Olvídalo: Electro se queda al final como un villano algo insustancial. Una lástima.

En conclusión: Creyendo que me decepcionaría (partiendo de que la primera entrega me encantó), The Amazing Spider-Man 2 me ha sorprendido, mucho y para bien. Marc Webb ha sabido darle un cariz lleno de acción y emoción a una película que pedía demasiado y que ha sabido mantener el listón alto de principio a fin, y gracias a Andrew Garfield el personaje se vuelve más real y querido. Expectante por ver qué hacen con las siguientes entregas. Me atrevo a decir que es una de mis secuelas de Marvel más favoritas, por lo completa y sensible que resulta, lo entretenida que es y lo llena de vitalidad que está.

NOTA: 9'5/10

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