lunes, 13 de enero de 2014

Reseña La ladrona de libros

Buenas noches, Su Majestad.

La ladrona de libros es una película muy correcta y emotiva, con una preciosa ambientación y unas interpretaciones poderosas. La joven Sophie Nélisse es un encanto.





Director: Brian Percival.
Intérpretes: Sophie Nélisse, Geoffrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Sandra Nedeleff, Hildegard Schroedter, Gotthard Lange.
Año: 2013.
Duración: 131 min.
Género: Drama bélico.

Sinopsis: II Guerra Mundial, 1939-1945. Liesel (Sophie Nélisse) es adoptada por una familia de Münich. Cuando su padre adoptivo (Geoffrey Rush) le enseña a leer, dentro de la niña crece una poderosa curiosidad por aprender y conocer nuevas historias, así que decide empezar a ''tomar prestado'' libros. Su situación se complica cuando la familia decide acoger a un joven judío (Ben Schnetzer), quien llegará a ser alguien muy importante para Liesel.


De nuevo y para mi desgracia, por eso de no haber podido constatar las fuentes de origen, he visto otra adaptación de un libro que no he leído, pero no os preocupéis, porque ya le he echado el ojo y muy pronto lo tendré en mis manos. Así que partiendo sólo del primer visionado, puedo decir que La ladrona de libros es una película excelente, conmovedora y con un matiz encantador.


El periodo histórico en el que transcurre la II Guerra Mundial es uno que a mi siempre me ha interesado, dentro y fuera del mundo cinematográfico. Alberga gran cantidad de aspectos, humanos e inhumanos. Eso da mucho ''juego'' para crear historias. El cine ya nos ha dado películas como La vida es bella, El niño con el pijama de rayas, La lista de Schindler, próximamente The Monuments Men... Y es que sin duda este periodo bélico es uno de los que más llaman la atención, de los que más emocionan, conmueven y gustan al público. La ladrona de libros, adaptación del libro homónimo escrito por Markus Zusak, nos traslada a una Alemania en pleno apogeo del nazismo visto desde los ojos de una niña inocente que encuentra su razón de ser y de disfrutar de un mundo oscuro del que no entiende nada en los libros, en sus historias y su cantidad de maravillosas páginas llenas de palabras. Brian Percival dirige una película sencilla y acertadamente, con algún momento un poco lento, pero manteniéndose a flote, y muy conmovedora. La dirección artística está muy lograda; tanto el vestuario como la escenografía y los paisajes son dignos de admirar por su cuidado y mimo. Nos obsequia con secuencias preciosas (ese tren pasando por un blanquísimo paisaje nevado y expulsando humo a grandes borbotones es una imagen realmente preciosa) y magníficas. Sin duda la película es un bucle constante de buenos momentos sostenidos por unas interpretaciones sólidas. A pesar de que John Williams se hace cargo de la banda sonora, me ha faltado ese toque suyo que tanto lo caracteriza, y había escenas en las que más presencia musical habría dado el broche. De todas formas, es una película realmente disfrutable para alguien a la que le entusiasma estas historias. Tengo muchas ganas de hacerme con el libro y poder opinar más sabiamente del film, pero es una película preciosa, muy conmovedora y cuya historia me ha llegado al alma.


Lo jovencísimos pero muy talentosos Sophie Nélisse y Nico Liersch se encargan de interpretar a Liesel y Rudy. Son dos pequeñas estrellitas a relucir, el alma jovial y atrayente de la película. Nada más llegar a su nueva casa, Liesel conoce a Rudy, quien al momento se siente atraído a hacerse amigo de ella. La relación de ambos se basa en una confianza a prueba de hierro y en una amistad total y completa. Centrándonos en Nélisse, es lo mejor de La ladrona de libros, no solo por ser la protagonista, sino porque es una actriz desconocida que con este papel te enamora al instante. Sabe actuar, convence y gusta. Creo que es un papel muy difícil: una niña que está viviendo en una época muy difícil, que no comprende las consecuencias de la guerra ni del nazismo, y que con los años crece y madura y toma consciencia y parte de ese mundo con su valor y admiración por las palabras. Su interpretación es dulce, natural y muy emotiva, que llega al alma. Nélisse va a hacer grandes cosas, lo veo. Con respecto a Nico Liersch, también es la primera vez que lo veo, y es la persona más inocente de esta película. Su sonrisa ilumina y aleja de sí cualquier preocupación u oscuridad, y sus ganas de correr y jugar le alejan de los prejuicios raciales, la ira y el odio, que ya algunos niños a su edad empiezan a sentir hacia los no arios. Su gran afinidad y amor hacia Liesel le llevará a hacer cualquier cosa para que ella vea y sienta que puede confiar en él.


Geoffrey Rush y Emily Watson son la pareja de esta película, unos padres de un pueblecito nazi que adoptan a Liesel, la cuidan y protegen. Mientras que Watson interpreta a una mujer dura, fría y estricta pero con un gran corazón, Rush nos muestra la cara más amable de este matrimonio, un gran agradable y sensible, amante de la música y que quiere ya desde el primer momento y con locura a la pequeña Liesel. Gracias a él, ella se interesa por las palabras y por su significado. La interpretación de Rush junto a la de Sophie Nélisse ha sido la que más me ha emocionado. Este actor es un titán y me sigue sorprendiendo. En cuanto a Watson, la sencillez que aparenta su papel es solamente eso, una apariencia. Su personaje también sufre una transformación conforme conoce con los años a la pequeña Liesel, y se nota mucho en el rostro de la actriz cómo las tensiones y la frialdad desaparecen poco a poco. Para concluir, hablar debo del joven Ben Schnetzer, que da vida a Max, el judío al que la familia de Liesel acoge y cuida y con quien Liesel conecta de una manera muy especial. Con mucha tranquilidad e inocencia intencionada, Max le expone a Liesel lo qué pasa en el mundo, y también la incita y empuja a escribir. La relación de ambos es muy familiar, y Schnetzer ofrece un papel de hermano mayor atento y dulce, muy buena persona.


No lo olvides: Sophie Nélisse emociona con su naturalidad y su gran interpretación como Liesel; hay fotogramas preciosos, como el inicio de la película; los momentos del padre tocando en acordeón son de lo mejor, muy personales y emotivos; la gran comprensión y entendimiento que hay entre todos los actores, creando una atmósfera perfecta, y la sensibilidad con la que se filma esta historia.
Olvídalo: Tiene algún momento que se hace pesado, pero se olvidan fácilmente esos deslices y la película se mantiene a flote sin problemas. La tachan de ser demasiado melodramática. Yo ahí no puedo meterme por no poder comparar con el libro.

En conclusión: Una película conmovedora que narra una historia muy especial y emotiva. La película funciona muy bien gracias a las interpretaciones tanto de los veteranos como de los benjamines, apoyándose en una escenografía y diseño ideales. Si no has leído el libro, y te gusta esta clase de historias, te va a encantar (como yo aún no lo he leído no puedo decir otra cosa).

NOTA: 9/10

No hay comentarios: